Durante estos temas hemos pasado del verificacionismo, una corriente según la cual se buscan hechos observables para verificar una teoría (pensamiento inductivo), para irnos al lado opuesto, al falsacionismo, que se basa en la deducción con la cual solamente se pueden contrastar y “falsar” las hipótesis, por lo que mientras tanto las teorías se consideran conjeturas. En este último caso, ¿Cuándo realmente tendremos una teoría “en firme”? Nunca, según veo, porque esta nunca se prueba, sino que solamente se descarta, lo cual para conocer el mundo y describirlo es mucho menos útil. Por el contrario, el riesgo que se asume en el empirismo lógico al no poder obtener todas las pruebas posibles permite ir “dibujando” nuestro entorno. Asumiendo esto, podemos ir modificando las bases cuando se encuentren nuevos datos que puedan refutar la idea de partida.
Tenemos a Hume y a Popper en las caras de una misma moneda, como si todo fuera o blanco o negro. Y surge Hempel con un método que utiliza ambas (inducción-deducción) con una metodología mucho más real respecto de cómo funciona la ciencia, planteando una hipótesis a partir de un problema y contrastando con la “implicación contrastadora”. El ejemplo de Semmelweis sobre el problema de la enfermedad de las parturientas es muy ilustrativo, a lo largo de la lectura van planteándose hipótesis que van siendo rechazadas hasta llegar a que el lavado de manos era el punto clave. Sin embargo, me resulta muy compleja la clasificación de diferentes tipos de niveles de Hipótesis según si son de contrastación directa o no y sus particularidades. Me da la sensación que se complica mucho la metodología con el papel de las implicaciones y hemos pasado del blanco o negro a algo complicado de seguir. En este punto, puedo entender que hubiera críticas al respecto, desde luego no resulta intuitivo… Más cercano a la realidad pero algo complicado.
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