Para finalizar la asignatura, hemos tratado los principales enfoques de la filosofía feminista de la ciencia:
- Empirismo feminista: centrado en la eliminación de sesgos.
- Feminismo del punto de vista: cree que la ciencia realizada por mujeres sería mejor, diferentes estilos cognitivos.
- Postmodernismo feminista: no hay punto de vista de las “mujeres”, gran diversidad.
Al hilo del tema, el artículo de Eulalia Pérez “Filosofía de la ciencia y feminismo: intersección y convergencia” me ha sorprendido la cantidad de frentes abiertos que tenemos con respecto a la ciencia y las mujeres. Además, justamente esta semana coincidiendo con el 11F “Día de la mujer y la niña en la ciencia” he conocido, gracias a científicas de otras áreas, cómo el sesgo cultural y patriarcal influye en las conclusiones y lecturas que se han hecho en las investigaciones. Un ejemplo de ello es la lectura que se hace del supuesto comportamiento de hombres y mujeres en la prehistoria, asumiendo que ellos cazaban y ellas recolectaban o que los abalorios encontrados eran de ellas… No solo es la lectura, es lo que perpetuamos además en los libros de texto con los que se enseña: vimos ejemplos de ilustraciones en las que las mujeres no aparecían, pero ni ellas ni el resto de diversidad. Tal y como menciona Eulalia, se justifica un rol más “casero” por la aparente inferioridad física de la mujer. Es muy fuerte ver la ideología de género plasmada en una supuesta investigación, cuando se sabe que no hay pruebas científicas que avalen esa explicación.
De la misma manera, hay investigaciones en las que se está comenzando hace relativamente poco porque solo afecta a las mujeres, como es la endometriosis. Es realmente sangrante en este tipo de cosas, se hace patente que lo que afecta a una de las mitades de la población importa (o importaba…) mucho menos. Y en la zona intermedia tendríamos los diseños de patologías comunes a ambos (o estudios farmacológicos) en los que los individuos de estudio son solo machos y no se tiene en cuenta la variabilidad debida al sexo. Son ejemplos quizás indirectos si los comparamos con menospreciar el trabajo de las mujeres científicas, como ha ocurrido a lo largo de la historia.
Desde luego, hacen falta más mujeres con conciencia feminista que ayuden a cambiar estos paradigmas. No estoy de acuerdo con el feminismo del punto de vista porque no creo que hagamos mejor ciencia que los hombres, pero sí podemos aportar unas vivencias y un cambio en la forma de hacer ciencia únicos.
He de decir que como feminista y científica me ha interesado particularmente esta temática y desconocía la existencia de dichas corrientes.
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