Hasta hace poco pensaba que congelar el pan era buena idea, pero desde que cambié de casa ya no estoy tan segura de que esta afirmación sea cierta siempre. Y es que antes, sacaba el pan y descongelado estaba como recién hecho. Ahora me temo que está tan chicloso como si lo hubiera dejado encima del banco de la cocina (en Valencia, que la humedad del ambiente es muy alta).
Tiene que ver con el tipo de congelador. Un frigorífico habitualmente funciona con un sistema de refrigeración por compresión, mediante el cual un líquido refrigerante es conducido por un circuito en el cual va pasando de estado líquido a gas cíclicamente. En estos ciclos, no se "produce" frío sino que el refrigerante en estado gas elimina el calor del interior, lo absorbe y lo elimina en el exterior al volver a estado líquido.
Heladera = nevera ;) |
¿Cuál es el problema?
Tener una nevera antigua :( Los sistema actuales incluyen un sistema llamado "No frost", es decir, que no producen hielo. Esto es así porque incluyen un ventilador y un evaporador que eliminan la humedad que pueda haber en el interior. Gracias a mi cambio de casa, tengo una nevera de maricastaña que no solo no tiene este sistema antiescarcha, sino que sospecho que no mantiene constante la temperatura en su interior... Posiblemente el circuito esté "cascado" y el intercambio cueste en ciertos días especialmente calurosos de aquí de la zona de levante.
¿Qué ocurre con el pan?
En circunstancias normales, las propiedades se mantienen prácticamente intactas. Normalmente, si lo dejamos en el ambiente, dependiendo de la humedad pueden ocurrir dos cosas: si la humedad es inferior a la del interior del pan, el agua tenderá a salir al exterior y el pan se quedará duro; y si la humedad es mayor en el ambiente, el pan absorberá el agua. En este segundo caso, como el almidón no es soluble el agua sus propiedades cambian y se volverá gomosa.
Gracias a nuestra nevera añeja, la temperatura sospechosamente variable no impide del todo este proceso, por lo que el agua se movería aunque de manera más lenta. Además, hay un aumento de humedad considerable en el entorno por la escarcha que al ser recalentado con la humedad de la superficie + la de la miga nos deja un pan chicloso e incomible.
Conclusión: necesitamos una nevera nueva.
*Por si lo habíais pensado: sí, lo he metido hasta con doble bolsa, no hay manera, por eso sé que tiene que ver con otros factores como la temperatura.
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